¿Para qué sirven los tratamientos con proteínas para el pelo?

Más de 300 proteínas, especialmente la queratina, componen nuestro cabello. ¿Cuál es su misión? Están en la capa más externa del pelo y protegen la estructura capilar, otorgan a nuestra melena un aspecto brillante, fuerte y elástico y tienen un papel muy relevante en el ciclo de crecimiento del cabello

¿De qué nos protegen las proteínas? De los cambios climáticos, de la exposición al sol y de los tratamientos químicos como tintes, alisados o decoloraciones. Pero con el paso del tiempo, la fibra del pelo se va dañando, se van perdiendo las proteínas y con ellas la salud capilar. 

Por eso, es importante incorporar proteínas en las rutinas capilares. La función de estas proteínas será restaurar la cutícula dañada, dotar el pelo de más brillo e hidratación y evitar futuros problemas como la caída del cabello. Las proteínas proporcionan un pelo mucho más suave y manejable y ayudan a rehabilitar el cuero cabelludo. 

Así pues, si notas que tu cabello está débil y apagado es muy probable que no esté recibiendo suficientes proteínas. 

¿Cuándo necesita proteínas mi cabello?

Para saber si tu cabello necesita un tratamiento de proteínas debes fijarte en algunos aspectos concretos. Si dejas caer un pelo en el agua y no flota, eso significa que tu cabello está poroso. Esto quiere decir que las escamas están abiertas y que, aunque el agua y la humedad pueden penetrar con facilidad, al estar la estructura capilar llena de huecos, el cabello no las puede retener. El problema es que, si el pelo no retiene el agua, tampoco podrá absorber los serums, mascarillas o cualquier tratamiento de hidratación que te pongas y el pelo seguirá frágil, desprotegido y expuesto a las agresiones diarias. Necesita rehabilitarse.

Una clienta recibe un tratamiento de proteínas para el pelo en una peluquería.

Si tu cabello se rompe cuando te peinas y se quiebra por la mitad y no por la raíz, es que tiene un problema de elasticidad. De la misma forma, si tu cabello se encrespa con facilidad y está mate, sin brillo, también es candidato a que le falten proteínas. 

Sobre todo en los cabellos rizados, una buena prueba de un pelo que necesita proteínas es la falta de definición y de movimiento. Es decir, cuando hay falta de proteínas, el rizo no se mantiene y se ve muy fino. 

Beneficios de las proteínas 

Como hemos explicado, las proteínas protegen la estructura capilar de los factores externos, pero las agresiones y el paso del tiempo hacen que las perdamos y que nuestro cabello quede dañado. Las proteínas perdidas no se pueden recuperar, lo que hacen los tratamientos es restaurar las fibras capilares dañadas

Las proteínas entran en los huecos de la cutícula del pelo, la rellenan y recuperan, aportando la elasticidad que falta. Al evitar que la melena pierda agua, nuestro cabello se mantendrá más hidratado.

Gracias a los tratamientos con proteínas para el pelo lograremos un cabello más brillante, unos rizos más definidos, un menor encrespamiento y una mayor suavidad, resistencia y fortaleza.

¿Qué tipos de tratamientos de proteínas para el pelo hay?

Los tratamientos a base de proteínas son aptos para cualquier tipo de cabello, liso, rizado, ondulado o afro. Hay diferentes opciones, tanto en casa como en la peluquería, aunque los tratamientos realizados por profesionales suelen ser más duraderos (entre cuatro a seis meses, llegando incluso al año). 

Una peluquera muestra el resultado de un tratamiento de proteínas en el pelo.

En casa, los tratamientos más habituales son en formato mascarilla, aunque también se pueden encontrar acondicionadores y champús. La mascarilla de aguacate es quizás la más popular por sus propiedades antioxidantes y porque sus aceites son beneficiosos para hidratar, rehabilitar y fortalecer el pelo. También una buena mascarilla casera que ayude a fortalecer el pelo y que además le dé brillo e hidratación es la que se hace a base de huevo.

Para las melenas rizadas o afro es muy recomendable la mascarilla de aceite de coco porque es rica en elementos esenciales para una buena salud capilar, como son las vitaminas E y K, el magnesio, el hierro y el potasio. Además, el agua de arroz contiene inositol, un ingrediente que ayuda a fortalecer el cabello, devolviéndole elasticidad y brillo. 

A nivel profesional, están los tratamientos de queratina cuya principal función es reforzar la capacidad protectora de esta proteína y lograr un cabello mucho más resistente, brillante, definido y sin encrespamiento.

La taninoplastia o alisado orgánico es un tratamiento 100% natural que regenera la fibra capilar formando una nueva cadena de proteínas, hidratándola y reparándola. Se puede aplicar en todo tipo de cabello y el procedimiento consiste en aplicar, mechón a mechón, la mezcla que contiene los taninos (conservantes naturales con poderosas propiedades antioxidantes). 

La exoplastia es otro tratamiento para sanear el cabello, rellenando, hidratando, fortaleciendo y cerrando las puntas abiertas. Se lava el pelo con un champú específico, después se aplica el principio activo mecha por mecha y se deja reposar unos 30 minutos. Se aclara el cabello y se activa el tratamiento con la plancha a alta temperatura (para sellar la fibra capilar). El resultado de este procedimiento (que suele durar unas 4 horas) es una melena natural, con movimiento, soltura, flexibilidad y resistencia. 

 

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