Para muchas personas parece que no pasan los años pero, para otras, los años y las arrugas les caen encima como una losa. En muchas ocasiones, este envejecimiento prematuro de la piel se debe al fotoenvejecimiento provocado por la exposición a los rayos del sol.
¿Por qué envejece la piel? Con el paso de los años la producción de elastina y colágeno disminuye y nuestra piel pierde elasticidad. Es un proceso natural e inevitable. Pero, aunque no podemos evitar el ciclo de la vida, sí que hay factores que podemos controlar como nuestra alimentación, calidad del sueño y, sobre todo, la exposición a la radiación ultravioleta.
Hay un dato que se debe tener en cuenta: la exposición a los rayos ultravioletas provoca hasta un 80% de los signos visibles del envejecimiento de nuestra piel. El denominado fotoenvejecimiento. ¿Por qué? Porque cuando la radiación solar atraviesa nuestra piel, el organismo reacciona generando radicales libres que aceleran nuestro deterioro celular.
Además, con la sobreexposición solar, la protección de la melanina resulta insuficiente y se dañan las fibras de colágeno de nuestra piel; provocando a largo plazo la aparición de arrugas, flacidez, manchas e incluso patologías más graves como el cáncer de piel o la queratosis actínica (una mancha áspera y escamosa en la piel).
Protege y cuida tu piel
La mejor forma de evitar el fotoenvejecimiento es protegiendo y cuidando la piel. La fotoprotección es fundamental, sobre todo en aquellas partes del cuerpo que vayan a estar más expuestas a la radiación solar como son el rostro, el escote, los hombros, la parte posterior del cuello, la punta de la nariz y, en los casos de calvicie, el cuero cabelludo. ¿Solo en verano? ¡No! Aunque es cierto que en época veraniega la radiación solar es mucho más potente y debemos extremar las medidas, se debe usar protección solar todo el año, incluso en los días nublados.
Evita las horas de mayor exposición, aunque cuentes con el factor más alto de protección solar. Escóndete del sol en su punto más álgido, es decir, desde las 12 del mediodía hasta las 4 de la tarde.
Somos agua. Nuestro cuerpo mayoritariamente es agua y más de la mitad se encuentra en el interior de las células y el resto circula en la sangre para bañar los tejidos. Por eso, es muy importante hidratar la piel.
Cuando nuestra dermis se deshidrata no sólo pierde luminosidad sino que se reduce el proceso de renovación celular, disminuye la elasticidad y, en consecuencia, se acelera el proceso de envejecimiento. Además, cuando hidratamos la piel fortalecemos nuestra barrera protectora ante agentes externos como el clima o la contaminación.
Las fases del fotoenvejecimiento
Según la escala de Glogau que mide el envejecimiento de la piel tanto natural como por la acción externa del sol, el fotoenvejecimiento tiene 4 fases o grados.
- Leve: Este estado es el más común entre los 28 y 35 años y se caracteriza por arrugas y líneas incipientes en la piel.
- Moderado: Esta fase se da desde los 35 a los 50 años y la piel muestra arrugas más visibles e incluso pueden surgir queratosis actínicas.
- Avanzado: Este grado es propio de los 50 a los 65 años y se caracteriza por la aparición de arrugas estables y líneas incluso en momentos de reposo; también podemos encontrar lesiones actínicas, queratosis y/o lentigo (mancha benigna de la piel, de color marrón a negro).
- Severo: Se suele dar de los 60 a los 75 años y nos encontramos con una piel con arrugas profundas y persistentes y con abundantes lesiones cutáneas.
¿Se puede tratar?
El fotoenvejecimiento es irreversible pero existen algunos tratamientos para reducir los signos del envejecimiento prematuro de la piel como el peeling químico, la dermoabrasión o el uso del láser. El fotorejuvenecimiento es un tratamiento estético que combina la Luz Pulsada Intensa (IPL) y el láser vascular y pigmentario para eliminar lesiones cutáneas y restaurar la vitalidad de la piel.
¿Cómo funciona? A través de la IPL y el láser se elimina la acumulación de pigmento, se cierran los vasos dilatados y mejora la producción de colágeno y elastina, mejorando la elasticidad de la piel del rostro y disminuyendo la flacidez. Suelen ser necesarias varias sesiones y es un tratamiento recomendable a personas que comienzan a tener signos de envejecimiento como un tono irregular, manchas marrones o rojas, deshidratación o falta de luminosidad.
Otra opción para paliar los efectos del fotoenvejecimiento es el lifting facial o ritidectomía. Esta intervención de cirugía tensa los músculos de la cara, elimina el exceso de grasa y redistribuye la piel de la cara y del cuello. Es una intervención reconstituyente pero nunca debe cambiar tu aspecto básico.
Ahora ya conoces los efectos del fotoenvejecimiento sobre la piel y sus posibles tratamientos. Es importante que te pongas en manos de los mejores cirujanos especializados en este tipo de procedimientos. En Smart Clinic sólo tenemos a los mejores, consúltanos, nosotros te podemos ayudar y hacer que el proceso sea fácil.