¿Se te cae mucho el pelo? ¿Temes la aparición de la calvicie? Mantén la tranquilidad, lo más probable es que se trate de efluvio telógeno. Se da habitualmente en mujeres jóvenes, aunque también puede aparecer en hombres o en edades más avanzadas. Nos referimos a una alteración del ciclo de crecimiento del pelo que deriva en una caída muy llamativa durante un periodo de tiempo limitado.
El efluvio telógeno es reversible. Pero, ¿por qué sucede? La raíz del folículo piloso sufre un daño específico que interrumpe su proceso de crecimiento habitual y a los dos o tres meses se produce la caída del cabello.
No se trata de un problema hereditario. Las causas más habituales suelen residir en factores externos como el estrés físico o mental, alteraciones hormonales, embarazo, déficit vitamínico en la dieta, tabaquismo o ciertos fármacos, entre otros. En algunas ocasiones no se llega a detectar el motivo de la agresión al folículo piloso y en otras los factores pueden ser múltiples.
El ciclo de vida del cabello
¿Cuál es el ciclo natural de crecimiento del cabello? Cada uno de nuestros cabellos crece de un folículo piloso y cada folículo piloso tiene su propio ciclo de vida. El período en el que el cabello crece se denomina fase anágena, dura entre 1 y 3 ó 4 años y se genera desde la raíz -dentro del folículo piloso, bajo la superficie del cuero cabelludo-. El cabello crece 1cm al mes aproximadamente.
La segunda fase del ciclo de vida del cabello es la denominada catágena o de transición -dura de 2 a 3 semanas-. El pelo deja de crecer y se separa de la papila -parte esencial para la raíz del pelo porque transporta el alimento y el oxígeno necesarios para su crecimiento-.
La tercera y última fase del ciclo de crecimiento del cabello es la fase telógena y corresponde al período de descanso. Es decir, el cabello ya no crece, pero se mantiene unido al folículo durante aproximadamente 3 meses. Después de esta etapa, el pelo se cae cuando nos lo lavamos o cepillamos y empieza de nuevo la fase anágena.
En el efluvio telógeno se altera el ciclo natural y muchos cabellos en fase anágena o de crecimiento pasan de forma rápida y simultánea a la fase telógena o de caída.
Efluvio telógeno y COVID-19
El efluvio telógeno es también una secuela tras la COVID-19. La acción inflamatoria del virus y el estrés de la pandemia pueden favorecer la caída temporal del cabello. El efluvio telógeno puede aparecer hasta 3 meses después de haber padecido la enfermedad y suele tardar entre 3 y 6 meses en recuperarse por completo.
Según los expertos, el SARS-CoV-2 (virus que provoca la COVID-19) provoca una inflamación celular global que también afecta al folículo piloso. El efluvio telógeno puede llevar al paciente a perder hasta más de 100 cabellos por día. No se puede detener la caída, pero sí que se puede ayudar al cabello a recuperarse antes. El estrés de la pandemia también puede acelerar la caída del cabello. El efluvio telógeno es muy sensible a la ansiedad.
Evolución y tratamiento del efluvio telógeno
Como ya hemos indicado, el efluvio telógeno se caracteriza por una pérdida muy marcada de cabello. Sobre todo, será más alarmante en cabellos largos y oscuros porque su caída es más evidente. La pérdida se acompaña de una reducción del volumen de la cabellera que se percibe principalmente en los recogidos. En ciertos casos se puede llegar a entrever el cuero cabelludo.
Es una situación desagradable, pero no preocupante: el efluvio telógeno no te llevará a la calvicie -a no ser que coincida con la alopecia androgénica-. Normalmente, cuando la causa del efluvio telógeno cesa, el problema de la caída del pelo se resuelve por sí solo después de varios meses -aproximadamente un año- de recrecimiento del cabello.
El recrecimiento del cabello comenzará con una fase de pelo fino corto y después continuará con una etapa en la que se engrosará hasta recuperar la longitud y el tallo habitual.
Diagnóstico del efluvio telógeno
El diagnóstico del efluvio telógeno es clínico y mediante tricoscopia digital para observar con detalle el cuero cabelludo. Es posible que en la consulta se haga un pull-test: el especialista tirará suavemente del cabello para valorar su calidad.
El primer tratamiento para el efluvio telógeno es detectar la causa y eliminarla. No obstante, cuando la causa no se puede eliminar o va a estar presente durante un largo periodo de tiempo y hay riesgo de que el efluvio telógeno se convierta en un proceso crónico, el especialista suele optar por un tratamiento más específico.
Tratamientos para el efluvio telógeno
También se opta por otro tipo de tratamientos en los casos en los que se detecta una alteración analítica que reclama de un suplemento o fármaco, o cuando se quiere favorecer la fase de recrecimiento y preparar al folículo para que regenere el cabello adecuadamente.
¿En qué consisten estos tratamientos más específicos? Algunos de los tratamientos más utilizados para el efluvio telógeno son los suplementos vitamínicos y nutricionales. En ocasiones, también se prescribe el uso de lociones o de serums para regular el ciclo capilar y fortalecer el pelo en la fase de recrecimiento.
La melatonina, que es conocida para regular el ciclo del sueño, también puede ser muy efectiva -en bajas dosis- para regular el ciclo capilar, reactivando los mecanismos que estabilizan el crecimiento del pelo.Otro tratamiento que puede funcionar en algunos casos es el plasma rico en plaquetas, una técnica que consiste en aplicar en el cuero cabelludo microinyecciones con una fracción de plaquetas de la propia sangre del paciente para reactivar de nuevo el crecimiento del cabello.