Causas, diagnóstico y tratamiento de la alopecia cicatricial

En la alopecia cicatricial, los folículos se destruyen y aparece una cicatriz. Es una enfermedad irreversible, no se puede curar, porque el pelo ya no podrá volver a crecer en el área afectada. Hasta la fecha no existe un tratamiento que pueda estimular las raíces del cabello y conseguir que los folículos vuelvan a recuperar su actividad habitual.

La Alopecia cicatricial, ¿tiene cura?

Sin embargo, existe una luz al final del túnel. En la mayoría de los casos se puede recurrir a tratamientos para intentar ralentizar y estabilizar el avance de la enfermedad y, por consiguiente, la caída del cabello.

Por otro lado, está la cirugía capilar que, según las características de la alopecia del paciente, podrá ser la solución más apropiada y con los mejores resultados a la hora de mejorar el aspecto estético en esa zona que presenta el problema.

Causas de la alopecia cicatricial

Pero, ¿Cuál es la causa de la alopecia cicatricial? Pueden ser numerosas y diversas. En función de su origen, las alopecias cicatriciales se clasifican en primarias y secundarias.

Las alopecias cicatriciales primarias se deben a lesiones causadas por enfermedades del cuero cabelludo que evolucionan en procesos inflamatorios y que destruyen el folículo piloso. La afectación se produce en la parte superior del folículo dañando las células madres y la glándula sebácea.

Los principales factores de una alopecia cicatricial primaria son genéticos o de alteraciones en el desarrollo, pero también puede ser adquirida, como en el caso de la dermatosis autoinmune -el propio cuerpo ataca a las estructuras de la piel-. Las enfermedades más comunes son el liquen plano pilar, la alopecia frontal fibrosante o la foliculitis decalvante, entre otras. 

En las alopecias cicatriciales secundarias, la destrucción del folículo piloso se debe a una causa externa: una lesión, un traumatismo o accidente, una quemadura, un tumor o lesiones en la piel tras una cirugía, entre otras. También cabe mencionar la tricotilomanía, una patología en la que el paciente se arranca su propio cabello.

En general, las razones más comunes de la alopecia cicatricial son los traumatismos, las infecciones por bacterias o por hongos, los procesos víricos y los tumores o las enfermedades autoinmunes como el lupus. 

Cirugía de implante capilar ante la alopecia cicatricial.

¿Cómo se diagnostica la alopecia cicatricial? 

Para un buen diagnóstico de la alopecia cicatricial es fundamental realizar un estudio tricológico -o del cabello- y un examen de la piel en profundidad. En el estudio tricológico se realizan análisis microscópicos tanto de la raíz como del tallo del cabello, así como de las zonas más afectadas, incluyendo la piel, con el fin de evaluar la presencia de lesiones en torno al folículo y en el resto de estructuras cutáneas.

El examen histológico también es con la ayuda de un microscopio y analiza el comportamiento de la enfermedad y su evolución. Con esta información el especialista puede pautar el tratamiento adecuado. Es importante contar con los mejores profesionales capilares, expertos en el ámbito y con años de experiencia. Un buen profesional es la mejor garantía para un buen resultado. 

Tratamiento por injerto de pelo en la alopecia cicatricial

Para que el injerto de pelo sea la solución en una alopecia cicatricial, es importante que la causa que provoca la enfermedad y la caída del cabello esté estabilizada. De lo contrario, se podría volver a producir un brote de la enfermedad y perderíamos todos los cabellos injertados.

Es fundamental que el paciente hable con el especialista para evaluar todas las posibilidades y que el profesional le informe honestamente lo que se puede esperar de la intervención. En Smart Clinic siempre estás bien informado.

En el caso de la mayoría de alopecias cicatriciales primarias, se suele optar por tratamientos dermatológicos para intentar estabilizar y frenar la evolución de las áreas afectadas. En cambio, en las secundarias, la única posibilidad es la intervención quirúrgica con el trasplante capilar.

Como ya hemos explicado en anteriores artículos, existen dos técnicas para el injerto capilar. Según el caso de cada paciente, se puede optar por un trasplante FUE o recurrir a la técnica FUSS. El trasplante FUE consiste en extraer una por una las unidades foliculares  de las zonas capilares del paciente donde no existe alopecia para injertarlas en la zona afectada. En la técnica FUSS, en cambio, se extrae una tira de cuero cabelludo con suficiente densidad capilar de la que se obtendrán las unidades foliculares que después se trasplantarán al paciente.

 

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