Cuando nos operamos la nariz, lo más temido son el momento de la osteotomía, la fractura de los huesos de la nariz una vez que se ha eliminado el caballete nasal, y los posibles morados (o hematomas) e inflamaciones posteriores a la intervención. ¿Pero la rinoplastia ultrasónica qué es? Una variante de la técnica convencional en la que se usa un dispositivo ultrasónico para moldear la parte ósea de la nariz.
La rinoplastia ultrasónica permite remodelar los huesos nasales con un mayor control y de forma menos invasiva, porque se preservan los tejidos blandos y los vasos sanguíneos que rodean la nariz. Al hacerse con este dispositivo ultrasónico, permite una disección del hueso muy precisa, sin riesgo de lesionar los tejidos blandos que están alrededor del hueso o del cartílago.
Este tipo de instrumental se desarrolló, originalmente, para el corte de los huesos en las cirugías cerebrales sin dañar los tejidos encefálicos. Este bisturí de ultrasonidos emite una frecuencia que sólo corta el hueso, por lo que es más preciso y menos traumático que los clásicos escoplo y martillo.
Al preservar al máximo las estructuras de la nariz, la rinoplastia ultrasónica permite un resultado estético más natural y una recuperación más rápida y con menos complicaciones que en el postoperatorio de la tradicional. Todos nuestros profesionales realizan, cuando está indicada, la rinoplastia ultrasónica.
La rinoplastia ultrasónica está indicada tanto para mejorar la estética como para la función respiratoria.
Ventajas de la rinoplastia ultrasónica
La primera de las ventajas de la rinoplastia ultrasónica es que al reducirse, en la intervención, la manipulación de los tejidos blandos y de los vasos sanguíneos de la nariz, se reduce la posibilidad de que aparezcan moratones (también llamados hematomas) e hinchazón (o inflamación local de los tejidos).
Esta técnica permite la remodelación de los huesos nasales con suma precisión y simetría y previene fracturas óseas incontroladas (por el uso de escoplo y martillo de la rinoplastia tradicional).
La rinoplastia ultrasónica permite resultados más naturales porque la remodelación de los huesos nasales es milimétrica y no supone un cambio «artificial» del aspecto de la nariz. Al poder trabajar con mayor precisión, aumenta la seguridad del procedimiento y se reducen las posibilidades de que haya algún tipo de complicación en la cirugía. La recuperación postoperatoria en la rinoplastia ultrasónica es más rápida que en la tradicional y menos dolorosa porque la inflamación causada por la técnica quirúrgica es menor.
¿Cómo es la intervención y el postoperatorio?
La tecnología ultrasónica la podemos usar en las diferentes tipologías de rinoplastia. Dependiendo de las características anatómicas del paciente, se optará por una rinoplastia ultrasónica o por la convencional. Por eso es importante contar con la experiencia y el buen criterio de un equipo quirúrgico especializado en este tipo de intervenciones.
Como en todas las intervenciones, en el preoperatorio es esencial evaluar los antecedentes médicos y realizar una buena exploración clínica. Se exploran las proporciones faciales en su conjunto y el interior de la nariz para valorar el tabique, los cornetes y si hay algún tipo de patología.
¿Cómo funciona esta tecnología?
La sierra ultrasónica genera unas microvibraciones que permiten un corte preciso, aprovechando la rigidez del tejido óseo, y se reducen las posibilidades de una fractura inesperada. Es como si se «dibujase la nariz».
El procedimiento se suele realizar con anestesia general, para mayor confort del paciente y también del equipo de profesionales, y la operación suele durar entre dos y tres horas. Cabe señalar que, en la rinoplastia ultrasónica, al ser más precisa que la convencional, la cicatrización de las heridas internas también está más controlada y hay menores riesgos de infección o de irregularidades.
La rinoplastia ultrasónica permite un postoperatorio y una recuperación rápidas. Durante los tres primeros días, el paciente debe tener un reposo relativo y puede haber un poco de hinchazón en la zona intervenida, pero apenas habrá moratones alrededor de los ojos (como suele ocurrir en la rinoplastia tradicional).
El paciente de la rinoplastia ultrasónica puede llevar tapones nasales y la mayor parte de las veces también una férula durante una semana pero podrá realizar las actividades diarias con total normalidad. Evidentemente, deberá evitar cualquier actividad con la que pueda correr el riesgo de golpearse la nariz.