La alopecia frontal fibrosante tiene solución

La alopecia frontal fibrosante no tiene cura, pero tiene solución. Esto no es una paradoja, ya que, hoy en día, la alopecia fibrosante no tiene un tratamiento que la cure, pero existen soluciones médicas que pueden ralentizar su avance e incluso frenarla. De ahí la importancia de detectarla a tiempo y de iniciar el tratamiento adecuado. 

No sabemos cuál es  la causa de esta enfermedad. Por un lado, los expertos hablan de razones hormonales, ya que es frecuente que aparezca en mujeres con menopausia precoz o con extirpación del útero. Por otro lado, se habla de que la alopecia frontal fibrosante es resultado de un mecanismo autoinmune, es decir, que el propio organismo ataca al pelo produciendo una inflamación y destruyendo el folículo piloso (cavidad de la piel en la que crece el cabello). 

Recientemente se ha demostrado que existe una susceptibilidad genética, ya que se han identificado los genes implicados en esta forma de alopecia, por lo que, en muchas ocasiones, se produce en varias mujeres de la misma familia. Por último, también se considera la influencia de factores medioambientales.

La alopecia frontal fibrosante no tiene cura porque cuando se cae el pelo, se sustituye por una cicatriz y no vuelve a surgir. Así pues, la pérdida del cabello es definitiva. 

Señales de alerta y diagnóstico de la alopecia frontal fibrosante

En la alopecia frontal fibrosante, la caída del cabello se produce en la zona frontal y lateral de la cabeza (en forma de diadema) y en las cejas, y puede llegar a extenderse en la zona de la nuca e incluso en el vello corporal. 

Una señal de alerta es la caída de los pelos de las cejas porque suele producirse antes (incluso años) de la pérdida del cabello en la zona frontal y lateral. La alopecia frontal fibrosante tiene un alto impacto estético, sobre todo para las mujeres, porque hace que la línea del nacimiento del cabello retroceda y aumente el tamaño de la frente. También es frecuente que aparezcan granitos en la cara y que se marquen las venas de la frente. 

El diagnóstico de la alopecia frontal fibrosante es clínico (a través del interrogatorio y de la exploración médica) y mediante un microscopio que se usa en la consulta. Hay ocasiones en las que el médico pide un estudio de tiroides porque se suele asociar la alopecia frontal con el hipotiroidismo autoinmune (otra enfermedad en la que las propias defensas atacan nuestro propio cuerpo). 

La detección temprana de esta clase de alopecia es vital para su abordaje ya que cuanto antes podamos controlar el proceso inflamatorio que destruye (para siempre) los folículos pilosos, más posibilidades tendremos de prevenir y ralentizar la caída del pelo y la temida cicatrización. 

Un buen diagnóstico es fundamental. Por eso, es muy importante buscar la opinión de un experto capilar con una amplia experiencia. Nuestros Smarts Doctors pueden ayudarte. 

Soluciones contra la alopecia frontal fibrosante. Di adiós a tu complejo de falta de pelo producida por la alopecia frontal fibrosante. Soluciones cosméticas como la micropigmentación, el microblading o las prótesis capilares te devolverán la sonrisa

¿Cómo controlar la alopecia frontal fibrosante?

El objetivo de los tratamientos para la alopecia fibrosante mencionada es el de controlar, estabilizar e incluso frenar la caída del cabello, de tal forma que este se mantenga hasta que se pare su caída de forma espontánea. Y para ello, es importante controlar y tratar las causas que la provocan, prestando atención tanto a la parte hormonal como a la inflamatoria. 

Desde el punto de vista farmacológico, los factores hormonales de la alopecia frontal fibrosante se suelen tratar con medicamentos antiandrógenos como la dutasterida y la finasterida. La finalidad de estos fármacos es bloquear el efecto de las hormonas sobre la raíz folicular y frenar la caída del cabello.

Por otro lado, se usan también terapias antiinflamatorias locales, como las microinyecciones de triamcinolona, un medicamento que pertenece al grupo de los corticoides, especialmente útiles para disminuir la inflamación del folículo de forma rápida. También el plasma rico en plaquetas resulta ideal como tratamiento complementario en pacientes que necesitan mejorar la inflamación y la atrofia cutánea.

No debemos olvidar productos tópicos como el minoxidil o los retinoides orales que, en algunos casos, pueden ser de interés para mejorar la densidad capilar a expensas de los folículos no dañados. 

Si ya se ha producido la caída en una zona, las soluciones cosméticas (micropigmentación, microblading o prótesis capilares en el cuero cabelludo) son de gran ayuda. La cicatriz que caracteriza la alopecia frontal fibrosante hace que el trasplante capilar no sea una opción, excepto en pacientes que ya estén muy estabilizados (sin inflamación), y siempre en áreas pequeñas.

 

Scroll al inicio