Aunque para muchas personas es algo simplemente estético, para quienes lo sufren en algunos casos resulta un auténtico problema: la caída del cabello da lugar a problemas de autoestima e inseguridades que al fin y al cabo resultan evitables. No te preocupes. Existen varios tratamientos con los que podrás recuperar tu pelo y frenar la calvicie. Te lo explicamos en este artículo.
Los tipos de calvicie más frecuentes
Aunque la mayoría de las personas se ven afectadas por la alopecia androgénica, lo cierto es que la calvicie puede ser consecuencia de varios factores. Cada paciente y caso caso son únicos, por lo que el tratamiento para recuperar tu pelo también lo será. Veamos las tipologías más comunes.
Alopecia androgénica
La alopecia androgénica se produce por un aumento de los andrógenos en determinadas áreas del cuero cabelludo genéticamente predispuestas a esta afección. Normalmente, se manifiesta en las zonas comúnmente conocidas como las entradas y la coronilla. Es uno de los principales motivos por los que los hombres pierden el pelo, pero también puede afectar a las mujeres, en cuyo caso se denomina alopecia androgénica femenina.
En este caso, los andrógenos -hormonas masculinas- son los culpables del adelgazamiento progresivo de los folículos capilares, haciendo que el pelo se debilite, se vuelva muy fino y sea casi inapreciable.
Alopecia nerviosa
El estrés o la ansiedad también pueden provocar la pérdida de cabello de forma masiva pero puntual, como es el caso de la denominada alopecia nerviosa, aunque es una dolencia reversible. Los hábitos perjudiciales como fumar, beber y la carencia de algunos nutrientes y vitaminas por una mala alimentación, también pueden ser la razón de la caída del pelo y de una mala calidad capilar.
Recupera el pelo con el tratamiento adecuado para tu tipo de calvicie
Es importante un diagnóstico preciso e individualizado en las primeras consultas con el profesional especialista para pautar el tratamiento más efectivo de acuerdo con tus necesidades.
Por un lado, los tratamientos tópicos (o superficiales) están orientados a abordar las primeras fases de la calvicie y se administran sólo en las zonas afectadas, en formato de champú, loción, espuma u otros tipos de productos capilares.
Los tratamientos orales (o que se toman por boca) son idóneos para fortalecer y favorecer el pelo existente, pero no son una buena opción para recuperar el cabello perdido.
¿Cuáles son los tratamientos más habituales?
También se puede optar por el uso de fármacos como el Minoxidil o el Finasteride. Como ya hemos explicado en otros artículos, el Minoxidil es un medicamento que, al principio, se usó para los problemas de tensión arterial y que se ha demostrado que ayuda a mantener y fortalecer el pelo. Hay que ser muy constante en su uso.
El Finasteride, en cambio, trata la caída del cabello sólo en hombres porque bloquea la producción de una hormona masculina que detiene el crecimiento del pelo y se encuentra en el cuero cabelludo.
Otras soluciones que nos pueden ayudar a frenar la caída del cabello son la mesoterapia capilar, donde se inyecta bajo la piel un preparado que activa las unidades foliculares y ayuda a producir un cabello de mejor calidad, el plasma rico en plaquetas -extrayendo una muestra rica en plaquetas de la sangre del paciente que se inyecta en la cabeza para conseguir un cabello más joven- y el láser de baja frecuencia, que estimula tanto la circulación capilar como la calidad del pelo.
Recupera el pelo con el injerto capilar
Los tratamientos para recuperar el pelo son efectivos, pero no siempre se opta por una única solución, muchas veces se combinan diferentes tratamientos.
Por ejemplo, en el caso de un paciente con pelo miniaturizado se puede prescribir un tratamiento global para lograr una mejora de la densidad y calidad capilares, en el que se incluya un tratamiento tópico a través de un champú densificante para pelo miniaturizado, un tratamiento oral como la toma de vitaminas durante 3 meses, Minoxidil todas las noches en formato de loción pulverizada, un comprimido al día de Finasteride y sesiones de plasma rico en plaquetas.
Sin embargo, aunque este tipo de tratamientos globales se han demostrado eficaces y consiguen resultados satisfactorios, la única forma de recuperar el cabello donde ya no crece sigue siendo el injerto capilar. Este procedimiento consiste en extraer mediante una sencilla intervención quirúrgica muchas unidades foliculares -pelo y raíz- de la zona posterior o lateral de tu cabeza. A continuación, se preparan los folículos para después hacer unas microincisiones rápidas y precisas e introducir los injertos capilares.
Recupera el pelo, frena su caída y equilibra tu cuero cabelludo. Deja tu cabeza en manos de los mejores profesionales especialistas y dale una segunda vida a tu cabello. Consúltanos y te ayudaremos.